El torero hidrocálido Diego Sánchez salió ayer del hospital en la Ciudad de México donde estuvo ingresado desde el sábado en la noche después de la cornada que sufrió en su valiente actuación de esa noche en la Monumental de Insurgentes. ‘Por fortuna los doctores que me han atendido muy bien, y con los que estoy profundamente agradecido, me dejaron salir más pronto de lo planeado para regresar el miércoles a Aguascalientes y en cuanto se pueda me quiten el drenaje y pueda comenzar a ejercitarme para estar listo para el 2 de noviembre porque, insisto, yo quiero torear en Aguascalientes’, señaló, vía telefónica, el joven torero. Un toro de Villa Carmela le dio una cornada en la corva derecha que le dañó músculos y rozó, sin romper, la vena safena. Aunque los doctores insisten en que no está dado de alta, le advirtieron a Diego que su recuperación y, sobre todo, torear el día dos en la Corrida de Calaveras, dependerá de la fortaleza de los músculos de la pantorrilla que fueron los que lesionó el cuerno. ‘Confían como yo en que los músculos responderán, pues hubo más daños de los que se pensaban. Pondré toda mi voluntad, haré caso a todas sus indicaciones, pero yo quiero torear en Aguascalientes y dicen que cuando se quiere, se puede. Una cornada representa mucho en los toreros’, añade el hidrocálido. ‘No había tenido la ocasión de vivirla, literalmente, en carne propia. Quizá por ello, y porque no fue lo grave que aparentaba, ni siquiera la sentí, sino hasta que llegué a la enfermería. Y hoy, les puedo decir que, con este mi ‘bautizo de sangre’, me siento mucho más torero’, apuntó Sánchez quien está anunciado el día 2 con el español Borja Jiménez y con otro torero dinástico, Fermín Espinosa “Armillita IV”, para lidiar toros de Santa Fe Del Campo.
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